La Resurrección de los Muertos


Núm. 247 - Sábado 15 de Octubre del 2011 - Año No. 5


Así como dejar de vivir significa morir, dejar de morir significa resucitar.

 

LA resurrección se da en todos aquellos que han vivido y después han muerto como es el caso de nuestro Señor Jesucristo, que después de estar tres días en el sepulcro tornó a vivir nuevamente (resucitó), en un cuerpo espiritual para después ascender al cielo ya que dijo a Tomás “mete tu dedo aquí, y ve mis manos: alarga tu mano, y métela en mi costado” (Juan 20:27).

El cuerpo resucitado puede ser visto y palpable, sin embargo no es carne y no tiene sangre, es un cuerpo transformado “...que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios” dice Pablo en1ª a los Corintios 15:50. Todo esto hablando del cuerpo que recibirán aquellos que esperan la venida de nuestro Señor Jesucristo.

“Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad en éstos...” (Apocalipsis 20:6); de esta manera creemos que “los muertos en Cristo” (1ª Tesal. 4:16) “...y los que hicieron bien, saldrán a resurrección de vida” (Juan 5:29).


Todos los que tengan parte en este acontecimiento, se levantarán a recibir al Señor de Señores para reinar con Él por mil años, como nos dice Apocalipsis 20:6 “antes serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinaran con Él mil años”, aquel que alcance ésta resurrección tiene asegurada la vida eterna de reinar con nuestro Padre Celestial para siempre jamás. “Y ví un cielo nuevo, y una tierra nueva... y limpiará Dios toda lágrima y la muerte no será mas” (Apoc. 21:1,4)

La resurrección nos será por pago a las ordenanzas que hicimos en nuestra vida, es el fin por el que persevera cada hijo de Dios, el de haber resucitado primero, por creer, arrepentirse, bautizarse y sobre todo haber obedecido. “Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos aquellos que aman su venida... y me perseverará para su reino celestial: al cual sea gloria por los siglos de los siglos. Amén” (2ª a Timoteo 4:8,18)

*LA SEGUNDA RESURRECCIÓN.

“Y los que hicieron bien, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron mal, a resurrección de condenación” (Juan 5:29). Con este verso queda establecido que solo habrá dos resurrecciones, la primera de la que ya se habló y esta última la segunda resurrección. Entendamos también que solo hablaremos del estado de las personas ya sean vivas o muertas cuando regrese nuestro Señor Jesucristo.

¿Qué pasará antes de la venida del Señor?, pues el mundo estará atravesando por la guerra que jamás se ha visto en el mundo “el Armagedón”; donde participarán todas las naciones. El fin será atacar al Pueblo de Israel para destruirlo, pero tan solo será vencido por un instante: “Después de la gloria me enviará Él a las gentes que os despojaron...y serán despojo a sus siervos” (Zacarías 2:8,9). Por consiguiente todos aquellos injustos que se reunieron para luchar en contra de Israel habrán de morir.

Como vivos quedarán los que nunca han escuchado la palabra de Dios y los que queden del pueblo de Israel después de la guerra y nosotros los transformados que entraremos al reino de Jesucristo por mil años.

En este tiempo se les predicará a aquellos que no han escuchado la Palabra de Dios y al pueblo de Israel que quede para que acepten a nuestro Señor Jesucristo en sus corazones, a cada uno por cien años en caso contrario morirán, “porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años, será maldito” (Isaías 65:20). Entonces todo aquel que no acepte prácticamente morirá y se sumarán a los muertos injustos de antes, así será durante mil años. Y pasado este tiempo, Satanás será suelto y “es necesario que sea desatado por un tiempo” (Apoc. 20:3) y “los otros muertos no tornaron a vivir (resucitar) hasta que sean cumplidos mil años” (Apoc. 20:5).

En este momento se realiza la segunda resurrección y los que resuciten se unirán a favor de Satanás y se congregarán para la batalla en contra de los Santos y de Jesucristo, y antes de que empiece la batalla descenderá fuego del cielo y los destruirá y morirán nuevamente, esta será la muerte segunda y Satanás será echado al lago de fuego y azufre junto con la bestia y el falso profeta.

Así pues, empezará el Reino de nuestro Padre Celestial, ya no habrá mas muerte y poseeremos la vida eterna, la recompensa nuestra, la salvación por siempre jamás.

"Y yo Juan vi la santa ciudad, Jerusalem nueva, que descendía del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con los ellos: y ellos serán su pueblo, y el mismo Dios será su Dios con ellos. Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas" Apocalipsis 21:2 al 4

 

 

Hermano Franz Hernández Carmona